En las residencias para personas mayores, la atención física y médica es esencial, pero no suficiente. El bienestar emocional es un pilar igualmente importante para asegurar una vida plena y digna en esta etapa de la vida. En Serager, creemos firmemente que una residencia no es solo un espacio donde vivir, sino un lugar donde sentirse en paz, comprendido, valorado y emocionalmente seguro.
¿Qué entendemos por seguridad emocional?
La seguridad emocional es la capacidad de una persona para sentirse protegida, aceptada y acompañada en su entorno. En el contexto residencial, significa que los residentes pueden expresar sus emociones libremente, sentirse escuchados, mantener sus vínculos afectivos y convivir en un entorno previsible y respetuoso.
Muchas personas llegan a la residencia tras haber vivido situaciones de pérdida, enfermedad o soledad. Es natural que sientan miedo, tristeza o incertidumbre. Por eso, desde el primer momento trabajamos para que cada residente encuentre un espacio de confianza donde pueda reconstruir su estabilidad emocional.
Un modelo de atención centrado en la persona
En Serager, aplicamos un modelo de atención centrado en la persona que reconoce la individualidad de cada residente. No tratamos a todos por igual, sino que nos esforzamos por conocer su historia de vida, sus gustos, sus temores, sus costumbres y su forma de ver el mundo.
Este enfoque nos permite ofrecer una atención más cálida y personalizada. Desde el primer día, nuestro equipo acoge al nuevo residente con empatía y respeto, facilitando su adaptación al entorno. Se asigna una persona de referencia que actúa como vínculo cercano, lo que ayuda a generar confianza y reduce la ansiedad.
Entorno acogedor y relaciones de calidad
El entorno físico también influye en el bienestar emocional. Espacios luminosos, decoración amable, zonas verdes y estancias que recuerdan al hogar contribuyen a crear un ambiente sereno. Pero más allá del espacio, lo más importante son las relaciones humanas.
Fomentamos un ambiente en el que los residentes se sientan parte de una comunidad. Las actividades grupales, las celebraciones, los paseos y las conversaciones cotidianas generan vínculos entre iguales y con el personal. El trato es cercano y afectuoso, y se promueve el respeto mutuo, la escucha activa y el buen humor.
Atención emocional desde todos los equipos
Todo el personal de Serager, desde auxiliares hasta terapeutas, está formado para detectar signos de malestar emocional: cambios de humor, aislamiento, pérdida de apetito, insomnio, apatía o llanto frecuente. Estos indicios se abordan con sensibilidad, y si es necesario, se deriva a profesionales especializados como psicólogos o médicos.
Además, se ofrecen espacios seguros donde los residentes pueden expresarse sin temor a ser juzgados. Talleres de reminiscencia, grupos de conversación, sesiones de musicoterapia o actividades creativas como pintura o escritura son vías para canalizar emociones y reforzar la autoestima.
El papel de la familia
La seguridad emocional también se construye manteniendo los vínculos afectivos con la familia. En Serager, fomentamos el contacto continuo con seres queridos a través de visitas, llamadas, videollamadas o mensajes. Además, invitamos a las familias a participar en celebraciones, actividades o decisiones importantes sobre la atención de su familiar.
Cuando las familias se implican, el residente se siente más arropado y mantiene una conexión valiosa con su historia y su identidad. Asimismo, las familias también reciben apoyo emocional y acompañamiento para afrontar el proceso de institucionalización, que no siempre es fácil.
Acompañar en las etapas difíciles
En los momentos delicados, como enfermedades avanzadas, pérdidas de compañeros o el final de la vida, reforzamos aún más el acompañamiento emocional. Nadie debe sentirse solo en esos momentos. El equipo se vuelca para ofrecer consuelo, cercanía y respeto, adaptando la atención a las necesidades emocionales y espirituales del residente.
Conclusión
La seguridad emocional no es un lujo ni un añadido: es una necesidad básica. En Serager, trabajamos cada día para que cada residente se sienta visto, escuchado y cuidado en su totalidad. Sabemos que el bienestar psicológico es tan importante como el físico, y por eso ponemos todo nuestro corazón en construir un entorno donde la vida continúe con sentido, dignidad y afecto. Porque cuidar no es solo asistir: es acompañar, comprender y estar presentes.